Este suceso se convierte en un hecho notable además porque se involucran dos entidades públicas: el Laboratorio Max Planck de Rosario y el Hospital Posadas de Buenos Aires.
La firma del convenio se realizó de manera virtual, contando con la participación de las autoridades y responsables de un proyecto que resulta tan innovador como esperanzador, dado que implica el desarrollo de ensayos orientados a realizar el diagnóstico precoz de la enfermedad de Parkinson.
El prof. Darío Maiorana, Director del Centro de Estudios Interdisciplinarios, del cual depende el Laboratorio Max Planck de Rosario, enfatizó acerca del enfoque innovador de la propuesta e hizo referencia a la importancia de este tipo de articulaciones para que la sociedad se beneficie con los progresos científicos.
La Dra. Guadalupe Bruera, médica neuróloga y Jefa de Investigación Traslacional del Laboratorio Max Planck de Rosario, puntualizó que “el objetivo de este proyecto es el paciente, a quien se le podrá brindar respuestas más rápidas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson. Este proyecto transdisciplinario permite hacer ciencia de cara a la sociedad”, remarcó.
A su vez, su par del Hospital Posadas, Dr. Sergio Pampin, médico neurocirujano y Jefe de la Unidad de Neurocirugía Funcional, celebró esta oportunidad que significa un cambio de visión en la ciencia y la medicina, porque permite un vínculo estrecho entre el laboratorio y el paciente.
Por su parte, el Director del Hospital Posadas, Dr. Alberto Maceira destacó que este proyecto de medicina traslacional se pueda desarrollar en el ámbito de un hospital público junto con una universidad nacional, incorporando además un sello federal al mismo.
En el cierre del evento, el Rector de la Universidad Nacional de Rosario, Lic. Franco Bartolacci, remarcó la excelencia del trabajo científico que se desarrolla en el Laboratorio Max Planck de Rosario y destacó con orgullo que la universidad pública alcance, junto con el Hospital Posadas, convenios de este tipo, que legitiman la ciencia y le otorgan un fuerte valor social, puesto que “todo el esfuerzo colectivo que hace la sociedad para mantener el sistema científico-tecnológico vuelve a esa sociedad transformado en conocimiento“.
De esta manera, se ha sellado un compromiso que trasvasa los límites de la investigación básica y la clínica médica, estableciendo puentes de conexión entre dos instituciones experimentadas con la finalidad de abordar temas estratégicos, en este caso, en el desarrollo de métodos de diagnóstico precoz para enfermedades neurodegenerativas.